La gimnasia acuática es apta para todo el mundo y es muy recomendable para personas que están en baja forma, tienen problemas articulares o sobrepeso.

Es ideal para embarazadas y es compatible con tratamientos paralelos de rehabilitación de dolencias de índole diversa (desviaciones de la columna vertebral, procesos reumatológicos y traumáticos del aparato locomotor, procesos inflamatorios, enfermedades de las vías respiratorias, obesidad, sedentarismo, stress, etc.).

Y para quienes quieren empezar a hacer deporte pero les asustan las clases de aeróbic.

No necesitas saber nadar para disfrutar de los ejercicios acuáticos. El agua sólo te deberá llegar al pecho y nunca se sumerge la cabeza dentro de la misma.

Hacer ejercicio en el agua no sólo es divertido y muy agradable, sino muy efectivo.

mejorar la condición física y cardiovascular, favorecer la coordinación y contribuir en la pérdida de peso.

 

• Evitar el estrés sobre articulaciones, huesos y músculos (el trabajo con agua a la altura de la cintura libera el 60% del peso corporal y al cuello el 90%).
• Conseguir una tonificación rápida y efectiva de los músculos debido a la resistencia del agua (12 veces mayor que la del aire).
• Incrementar la carga del ejercicio y consumir más calorías en menos tiempo (caminar en el agua supone un gasto calórico medio de 525 cal/hora, en tierra de 240 cal/hora)
• Mantener la sensación de frescor aunque se esté entrenando duramente; reducir la presión arterial, la frecuencia cardiaca disminuye y aumentar el retorno venoso cardiaco